La crisis de siempre: 14N
¿Sobreviviría el mundo en una sociedad sin pobres?¿Acaso los pobres son necesarios para el sistema? El 14 de Noviembre Europa, o por lo menos parte de ella, rugió en un sólo grito. En contra de la crisis, del ajuste, del sistema. La historia se repite una y otra vez y la población rechaza ser simplemente una víctima de esta situación. Por eso España, Portugal y Grecia, entre otros países se movilizaron a favor de la justicia social en lo que se denomino el 14N.
Similar a la crisis del 2001 en nuestro país, la crisis que azota España toma posición en el centro de la polémica. Con una desocupación del 25% del total de la población y alcanzando las cifras que nuestro país tenía en los últimos días del gobierno de De La Rua, se somete al ajuste propuesto por el FMI y Alemania para rescatar de manera efectiva la integridad de los bancos y del euro. Similar a sucesivas crisis anteriores en otros países los que pagan los platos rotos son los trabajadores.
Porque los ajustes establecen reducciones presupuestarias en elementos claves para la sociedad como lo son la salud y la educación. Al fin de cuentas, es la sociedad trabajadora la que sale perjudicada principalmente en esta situación, porque debe aceptar disminuciones en derechos fundamentales para solventar las fallas de un sistema económico que, a la larga, sólo favorece a quienes han luchado por instalarlo como algo normal en cualquier país del mundo. Desde su concepción es ilógico, pero cuando se trata de dinero la lógica tiene poco que ver con la realidad.
Necesitamos inversores de fuera de Europa. Europa por si misma no será capaz de prevalecer sólo con inversores europeos. No seremos capaces de financiar nuestra deuda sólo con inversores europeos. Esto dependerá de nuestra fiabilidad. Angela MerkelLa historia se repite una y otra vez, y quienes sostienen que el más sangriento de los capitalismos es el sistema correcto para el funcionamiento de una sociedad, defienden la inversión extranjera como la solución a cualquier problema. No es casualidad que Alemania se sostenga firme ante la crisis, pese a ser una de las pocas naciones europeas que se vio vencida en las guerras mundiales.
La tercerización por sobre la propiedad estatal fue uno de los pilares de la economía menemista que hundió a nuestro país y que amenaza con hacer lo mismo en cualquier país que suceda. Sin embargo, según Merkel, es el desafío de fiabilidad que Europa le debe a los hombres fuertes de los negocios, para que los estos sometan a endeudamientos eternos que pondrán en jaque las políticas siguientes.
Los mandatarios afines a este sistema, simplemente firman rescates que en el futuro serán un problema: Rajoy, en España, Samaras, en Grecia, etc. Aquellos que resisten optan por rescatar al pueblo.
Las crisis, a gran escala, jamás empobrecen las clases altas. Sin dudas, en épocas difíciles, todos los sectores se ven afectados, pero es aberrante pensar en como solventar la financiación de entidades bancarias y empresariales por sobre asegurar los derechos básicos de las personas, como son las garantías alimentarias y de vivienda.
Son los elegidos del pueblo los que marcan el camino. Los que aceptan los regímenes propuestos por las grandes entidades financieras o los que deciden abogar por las mismas personas que los apoyaron en las urnas. Son ellos los que deciden y son ellos los que deben escuchar al pueblo. El 14N es la marcha contra el atropello a las clases sociales que hoy se preguntan que convención los obliga a vivir luchando por un poco de dignidad. El 14N es el grito de guerra que el pueblo le regala a quienes han gobernado para los que más quieren y no para los que más necesitan.
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